También conocido como el Parque Nacional Waraira Repano en honor a nuestra herencia indígena, El Ávila no sólo representa un lugar de interés turístico para todo aquel que visite la ciudad de Caracas: también es un símbolo de protección, orientación y esparcimiento para el caraqueño promedio.

Con 81.900 hectáreas de extensión, separa la ciudad de Caracas del mar. Es así que forma parte del área litoral de la cordillera de la costa, y comprende Distrito Capital y parte del estado Vargas y del estado Miranda.

Sus paisajes son idóneos para el que tiene interés científico, para que el que está interesado en ejercitarse, para admirar la ciudad de Caracas en todo su esplendor, para alejarse de la cotidianidad urbana y para hacer campamentos y actividades de esparcimiento y recreación tanto para chicos como para adultos.

Su estampa ha sido inspiración para numerosos artistas nacionales e internacionales, siendo inmortalizado en fotografía, pintura y prosa. Entre ellos destaca el pintor Manuel Cabré, mejor conocido como “El Pintor de El Ávila”.

Hay dos maneras básicas de subir a El Ávila desde Caracas: en teleférico y a pie. También es importante saber que por ser un Parque Nacional no puede beber bebidas alcohólicas durante su permanencia ni alterar la flora y la fauna circundante.

Al sur de nuestro país se encuentra un lugar paradisíaco, y que además es el parque marino de mayor extensión en la región caribeña: el Archipiélago Los Roques.

Este conjunto de islas se encuentra a 168 kilómetros al norte de la región de La Guaira (estado Vargas), y debido a su atractivo y su importancia ecológica fue nombrado Parque Nacional en el año de 1972.

Está conformado por alrededor de 50 islas, siendo las más importantes El Gran Roque (donde se sitúa el aeropuerto), Nordisqui, Madrisqui, Crasqui y Francisqui. Además, existen numerosas islas que pueden ser visitadas y que comparten las características que hacen de Los Roques un lugar extraordinario: enorme extensión de aguas tranquilas, playas de arena blanca y una fauna acuática diversa.

Además de pasar un buen rato vacacionando con familia y amigos, Los Roques también es el lugar ideal para quienes aman bucear y pescar. En especial la temporada de noviembre a abril es la época de la langosta, así que si piensa dar un paseo por este archipiélago no pierda la oportunidad de degustar una.

Para llegar a Los Roques, puedes hacerlo tanto en yate privado como a través de un vuelo comercial desde la ciudad de Caracas, Margarita (específicamente Porlamar) o Maracaibo. En cuanto a alojamiento, no encontrará hoteles de lujo debido a las restricciones existentes por ser Parque Nacional; sin embargo, tendrá a disposición una gran variedad de posadas para ajustarse al gusto de cada quien, desde las más sencillas hasta las más lujosas.

En el corazón del Estado Aragua (Venezuela) se encuentra una playa que se ha convertido en el santuario de aquellos que están en búsqueda de un paraíso tropical en pleno Caribe.

Esta playa se llama La Ciénaga y se destaca entre las demás por sus hermosas aguas cristalinas y su calmado oleaje, siendo el destino por excelencia de las familias que buscan un lugar excepcional para vacacionar.

En La Ciénaga puedes degustar todos los platos tradicionales como el pescado frito, los tostones, el manjar de mariscos “vuelve a la vida” y los besitos de coco. Igualmente, es posible alquilar sillas y mesas, siempre obteniendo la mejor atención.

La forma de acceder es por vía marítima a través de Ocumare de la Costa. En dicho poblado debe alquilarse un bote tipo lancha el cual, por un módico precio, te llevará a este paradisíaco lugar en el centro del norte de Venezuela.

La Gran Sabana venezolana no sólo esconde saltos de agua insuperables como el Salto Ángel; también es el hogar del Salto El Sapo, una de las caídas de agua más impresionantes del extremo sur de América.

Localizado en el Parque Nacional Canaima, es toda es una experiencia observar sus caídas de agua especialmente en la época lluviosa del país (de mayo a noviembre).

Además de la hermosa vista obtenida a través del salto de agua, también es posible observar a lo lejos la vista de tres tepuyes súper conocidos de la zona: el tepuy Cerbatana, Zamuro y Venado.

Para acceder al Salto El Sapo debes tomar un aeroplano desde la localidad de Ciudad Bolívar hasta un campamento indígena, a partir del cual te darán un recorrido en bote indígena hasta la caída de agua.

En la profundidad del Estado Bolívar y La Gran Sabana venezolana se encuentra una de las reliquias naturales más impresionantes del mundo: el Sarisariñama.

El tepuy Sarisariñama es altamente conocido no sólo por su espléndida belleza; también es conocido por ser el refugio de uno de los ecosistemas naturales más intrigantes el cual se encuentra en objeto de estudio.

A pesar de encontrarse a cientos de kilométros de la carretera más aislada, puede ser visitado por vía aérea solamente si se posee una credencial científica. Y es que su valor es insuperable por el hecho de poseer diversas especies endémicas, un fenómeno que ocurre en pocos lugares de la tierra.

El Sarisariñama no es un punto turístico por excelencia pero desde el aire puede ser observado a través de los distintos paquetes turísticos ofrecidos por las operadoras de la Gran Sabana.