Una aventura sobre el agua es lo que se puede encontrar al estar remando en el majestuoso rio Barú. Podemos disfrutar de un recorrido emocionante con o sin algún guía de la zona, sin embargo, es recomendable hacerlo con alguien experto por seguridad, mas aun si no tenemos experiencia en el uso de kayak, aunque debido a su suave y tranquila corriente no nos hará falta tener mucha experiencia.
Para comenzar la aventura en este hermoso rio lo debemos hacer en la desembocadura del rio y remar en dirección contraria a la misma, por una extensión de más de 4 kilómetros aproximadamente; gracias a que este rio es muy tranquilo el esfuerzo necesario para navegar en el será poco, por lo que cualquier aficionado o no podrá realizar esta actividad a solas, con algún familiar sin importar la edad o junto a pequeños, recomendable mayores a nueve años, y sin denotar un cansancio exagerado.
A diferencia de estar a solas o sin ningún tipo de guía, cuando somos acompañados por ellos nos podrán dar un recorrido a través de los intrínsecos manglares de la zona, pequeños caños y selvas acuáticas. Durante este paseo escucharemos el cantar de decenas de aves que allí hacen vida, así como, de animales terrestres, por lo que será una buena opción practicar la fotografía durante este relajante recorrido. Puesto que será posible ver halcones, águilas, garzas, entre otras aves; pequeños cangrejos a orillas del rio, monos, perezosos, mapaches en las ramas de los árboles y como no pudiera faltar serpientes guindando de las ramas como si de lianas de los arboles se trataran. No es de extrañarnos que durante el recorrido en nuestro kayak se nos acerque alguna que otra nutria para saltar sobre el agua y seguirnos buscando cualquier aperitivo que podamos lanzarle, pero que no es recomendado para así de este manera poder mantener sano este importante eje acuático rico en vida silvestre.