Del conjunto de tepuyes que conforman el escudo guayanés, el cerro Autana es uno de los que más destaca. Con una altura de más de 1000 metros sobre el nivel del mar, representa un símbolo sagrado para los indígenas de la etnia piaroa, quienes lo llaman “el árbol de la vida”.
En la mitología piaroa, el mundo nace de la mano del dios Wahari, quien se dispuso a cortar el árbol de la vida para que sus frutos permitieran el nacimiento de la población. Del árbol sólo quedó el tronco cortado, y es lo que conocemos como cerro Autana.
El Autana está conformado por una serie de cuevas y formaciones rocosas poco comunes en el tipo de roca que conforma los tepuyes. La razón de ello es que aparte de la arenisca se encuentra una cantidad importante de caliza, que al disolverse dejó un conjunto de grutas que convergen en un espacio amplio con un techo multicolor debido a la variedad de minerales que allí se encuentran.
En 1978 se otorgó el título de Monumento Natural no sólo al cerro sino también a sus zonas aledañas, conformadas por el lago Leopoldo y parte del río Autana. Para visitar este cerro, se recomienda hacerlo a través de un tour calificado, pues así se podrá apreciar no sólo la formación rocosa mencionada sino también las historias y costumbres que le rodean.