Mérida es una ciudad turística por excelencia: su clima, su gente y sus matices hacen de la ciudad andina un lugar predilecto para que turistas locales y extranjeros aprecien la belleza de nuestro país.
Uno de sus atractivos más visitados es el teleférico conocido como Mukumbarí. Su estructura resalta por ser la más larga y alta del planeta, y su recorrido, dividido en cuatro tramos, atraviesa una distancia de más de 12 kilómetros a 4765 metros por encima del nivel del mar.
Durante su primer tramo puede observarse el paisaje citadino y una montaña que los lugareños conocen como “el gigante dormido”, pues su silueta emula al rostro de una persona acostada boca arriba. A partir del segundo y tercer tramo se puede apreciar el valle merideño y el pico Bolívar, cuya cima es el punto más alto de todo el país. Hacia el final del recorrido se encuentra el conocido Pico Espejo y las lagunas Colorada y La Negra.
Una vez alcanzada la cima, a la salida de la estación se puede acceder a un mirador donde se encuentra una estatua gigante de la virgen de las Nieves, desde donde se ve nuevamente el Pico Bolívar, además de los Picos Bomplant y Humboldt. Es aquí donde el turista puede vivir una experiencia que, en nuestro país, es posible sólo en Mérida: tener contacto con la nieve y disfrutar de ella.
La mejor época del año para disfrutar de la vista sin el problema de la nubosidad es en los meses de diciembre, enero y febrero. Por otro lado, si se quiere tener el mayor contacto con la nieve es mejor visitar el lugar durante el período julio-septiembre.